VIAJERO-ARRIERO-COMERCIANTE
Yo tenía 10 u 11 años de edad aproximadamente cuando mi padre de carácter duro, disciplinario y fuerte me llevó a viajar caminando detrás de aquellos burros que cargaban sobre sus lomos cargas pesadas que llevamos a vender a un pueblo lejano llamado La Merced del Potrero San Miguel del Puerto Oaxaca… salimos de San Pedro Huamelula apenas asomaba el lucero flojo en la madrugada, Graciano Manuel Zárate Ortega mi padre, se levantó antes que yo o más bien, creo que no durmió para darle de comer a los animales, ultimar detalles del largo viaje que yo no conocía, darle maíz a los burros porque decía que el maíz les daba mucha fuerza para aguantar la carga el día completo aunque el precio de la semilla era elevado él, les ponía el morral con maíz amarrado como un bozal en el hocico del animal para que no regaran la semilla.
EL MARINERO PESQUERO CAMARONERO
Corría el año de 1970 cuando mi madre me “secuestró” del castigo que sufría en los innumerables viajes como arriero comerciante a los pueblos de la sierra andando a pie descalzo atrás de los benditos animales, asnos y mulas que alquilaba mi padre para encimarles cargas “cerradas” que al sentirlos sobre sus maltratados lomos comenzaban a pujar en cada paso que daban y yo, con la angustia de que Dios me castigaría al permitir que mi padre le pegara en sus lomos carga tan pesada.
EL PUMA
Hoy al mediodía vi un molesto roedor, un ratón afuera de mi casita, la casita que quedó después del sismo, me dio mucho pendiente que la rata entrara porque luego cuesta mucho trabajo sacarla ya que la casita es de adobe y el techo de tejas con beliguanas, adentro, un montón de tiliches donde se pudiera meter y sacarla sería muy difícil. Hace días aquí en la casita llegó un gatito negro con ojos color amarillo brillanofercidate, de color del sol de las flores de ipagui mbamá (flor de treinta pétalos,-Cempa Suchitl- flor de muerto), un animalito muy chispa, simpático, juguetón hasta las cachas, cariñoso, mucho más; cuando ve que yo entro a la casita para preparar de comer, se me arrima a los pies y con su trompita saca la lengua y lame mis pies, es además muy caprichoso y rejego porque cuando le doy un pedazo de pan o tortilla u otra comida de la que como a él no le gusta y lo deja, cuando esto pasa, rato después llegan las hormigas y hacen su fiesta que me pone mal, entonces que chingao come este pequeño animal me digo, seguramente come carne pero está “bien penitente” porque ese alimento yo no puedo comprarlo, cree que le voy a rogar, pues no, no y no.